top of page

Los hongos son omnipresentes y cosmopolitas; se conocen más de 80.000 especies, aunque probablemente existen muchísimas aún no descritas.  

La mayor parte son saprófitos  y juegan un papel de vital importancia en el mantenimiento de los ecosistemas, reciclando la materia orgánica que luego podrá ser utilizada por los vegetales.

 

Otros hongos, viven en simbiosis mutualistas, como los líquenes (con algas) y las micorrizas (con las raíces vegetales, casi siempre imprescindibles para la supervivencia de las plantas en ecosistemas naturales).

 

Por otro lado, existen más de 10000 especies de hongos que pueden causar enfermedades en las plantas, siendo sus  patógenos más  importantes.

Las enfermedades que ellos ocasionan son conocidas desde los primeros registros históricos aunque la prueba de la patogenicidad de estos organismos no fue obtenida hasta 1853, con los trabajos de Anton de Bary, que dieron lugar al nacimiento de la Fitopatología como ciencia independiente de la micología.

 

Una noción más acabada de la importancia de los hongos para la fitopatología puede obtenerse a partir de un recorrido por las publicaciones científicas del área, el cual muestra que más de la mitad de los trabajos publicados involucran algún aspecto relacionado a estos organismos y también se puede hacer mención a las constantes epidemias de enfermedades fúngicas, para lo cual basta mencionar algunos ejemplos

 

bottom of page